Carlos Cuesta Martín es socio fundador de Carles Cuesta Abogados y Asesores Financieros y uno de los directores académicos de la segunda edición del Máster en Reestructuraciones Empresariales que se comenzará a impartir el próximo mes de septiembre en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid.
- ¿Por qué es importante la celebración de este máster?
En cualquier época es muy importante poseer conocimientos consolidados, pero estamos viviendo un panorama socio-económico muy delicado que va a tener consecuencias graves en el tejido empresarial español en el que esos conocimientos se hacen, aún si cabe, más relevantes. Todos los indicadores nos están diciendo que los concursos se van a ver muy incrementados a partir de otoño, donde se prevé una situación de insolvencia general y estar formado en este campo va a ser muy importante.
- ¿Qué fue lo más importante de la primera edición del máster?
Por un lado, la grandeza de la primera edición fue el hecho de poder contar con el nivel de ponentes que pudimos conseguir, tanto a nivel nacional como internacional. Jueces, magistrados, empresarios, ingenieros, administradores concursales… todos de primer nivel.
- ¿Y por otro lado?
Me quedaría con el ambiente de debate que se generó en las clases. Más que profesores, los ponentes se convertían en auténticos moderadores de los debates que se generaban con los alumnos. Algunos de estos últimos decían que las clases les servían para masajear su cerebro. Escuchaban informaciones muy interesantes y, a partir de ahí, había que pensar y siempre se generaban dudas. En cierta manera, conseguimos aquella máxima de Ortega y Gasset que decía que el profesor tiene que conseguir que el alumno dude de lo que se le esté enseñando. Que no se obstaculice el pensamiento del alumno, sino todo lo contrario.
- ¿Qué diría que es lo más ha aprendido usted después de aquella primera edición?
Que los momentos de crisis son importante afrontarlos muy formados, tanto jurídica como empresarialmente, pero, sobre todo, que, a diferencia de otras crisis anteriores, para hacer frente a esta hay que estar muy unidos para conseguir un objetivo común: que las empresas que son viables, lo sigan siendo y que las que no lo son, tengan una liquidación lo más óptima posible. No es una cuestión de saberse bien la ley concursal, que también, sino, sobre todo, de saber empatizar con los diferentes actores de un proceso de este tipo.
- ¿Cómo están afectando y, sobre todo, cómo van a afectar las sucesivas crisis que estamos viviendo en las situaciones concursales de las empresas?
Hasta ahora, las empresas estaban logrando sobrevivir gracias a diferentes tipos de ayudas, especialmente el mantenimiento de los puestos de trabajos a través de los ERTES y de la propia compañía, con los préstamos ICO, pero sin estos apoyos, muchas compañías no son viables. Por ejemplo, la crisis alimentaria, motivada por la guerra en Ucrania y por una inflación histórica que ya antes del conflicto bélico estaba descontrolada, traerá consigo numerosos cierres en el sector de la economía doméstica, de la alimentación y de la propia hostelería, sobre todo. Y ahí hay que estar bien formados para hacer frente a la situación que va a llegar muy pronto.
- No será porque no estábamos bien avisados del panorama que se nos venía encima, ¿no?
Pues, curiosamente, la conclusión es que no hemos logrado acertar con lo que venía. La crisis se palpaba desde hacía mucho tiempo, pero era todo muy contradictorio debido a que había muchísima liquidez en el mercado. Por poner varios ejemplos, para estas vacaciones los hoteles están completos, se han firmado más hipotecas que nunca, la gente se ha metido a reformar sus viviendas como no lo había hecho nunca antes, ha habido muchos inversores latinoamericanos que han comprado muchas casas… y en otoño se van a ver las consecuencias. Va a llegar un momento en el que mucha gente no podrá pagar ni siquiera por aquello que, en otras crisis, se había considerado lo más barato.
- Al menos se contará con una nueva Ley Concursal para hacer frente a esta situación.
Sí, esperemos que se apruebe en los próximos días, porque en su trámite parlamentario pasó del Congreso al Senado con más de 600 enmiendas. La principal novedad será que la nueva ley introducirá los marcos de reestructuración; esto es, no solo se va a poner el foco en el pasivo de la compañía, como hasta ahora, sino también en reestructurar el activo, por ejemplo, tocando el capital social o los fondos propios de la empresa que esté en concurso.
- Con este panorama, ¿cuáles serán las novedades de la segunda edición del máster?
Además de que ya podremos hablar con conocimiento de la nueva Ley Concursal, vamos a mantener a la mayor parte de los ponentes, pero además vamos a reforzar el cuadro de profesores con la figura de expertos independientes y de personas que han sido designadas para liderar futuros proyectos concursales. Y, además, incluiremos entre los ponentes a algunos de los alumnos de la primera edición del máster. Y, por supuesto, vamos a fomentar que los debates se sigan produciendo de forma natural. Sin duda, fortaleceremos esa capacidad de contrastar ideas.
